La comunidad de Santa Rosa de Phoquera, ubicada en el distrito de Ananea, provincia de San Antonio de Putina, ha encendido las alarmas frente a la presunta contaminación ambie.ntal generada por la empresa minera Titán. Según las denuncias, las lagunas de Ccumuni y Challhuani, así como los riachuelos que atraviesan los pastizales, estarían siendo gravemente afectados por vertidos de aguas residuales y relaves mineros.
Testimonios y evidencias de la contaminación
Leonardo Condori Quispe, teniente gobernador de la comunidad afectada, encabezó la denuncia pública, respaldándola con imágenes que muestran el deterioro de las fuentes de agua. Según el dirigente, las aguas contaminadas provendrían de la planta de cianuración de relaves de la minera, que estaría liberando elementos altamente tóxicos en el ecosistema local.
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«Las aguas contaminadas están matando a nuestras alpacas, animales que son la base de nuestra economía y sustento», señaló Condori con visible preocupación. Además, advirtió que la contaminación afecta directamente a las comunidades cercanas, incluyendo instituciones educativas de nivel inicial y primario, así como al programa social Cuna Más, que atiende a niños desde 0 hasta 11 años.
Impacto ambiental y social
El daño ambiental denunciado no solo amenaza la biodiversidad de la zona, sino que pone en grave riesgo la salud de las poblaciones que dependen de estas fuentes de agua. La mortandad de animales, la posible intoxicación de menores y la pérdida de calidad de los pastizales son algunas de las consecuencias señaladas por los comuneros.
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Por años, estas comunidades han sido testigos de la depredación ambiental ocasionada por actividades mineras, lo que ha derivado en una crisis socioambiental que parece no tener solución a la vista.
Reclamo urgente de acciones concretas
Los comuneros exigen la intervención inmediata de las autoridades competentes para investigar a fondo las denuncias y determinar la responsabilidad de la minera Titán. «Necesitamos sanciones ejemplares para que se respeten nuestros derechos y se proteja nuestro medio ambiente», enfatizó Condori.
En caso de comprobarse las violaciones ambientales, los comuneros solicitan la imposición de multas significativas, la suspensión de las actividades contaminantes y la reparación de los daños causados, tanto al ecosistema como a la salud pública.
Llamado a la acción
Esta denuncia pone de manifiesto la necesidad de una regulación más estricta y un monitoreo constante de las actividades mineras en la región. Asimismo, evidencia el abandono estatal que enfrentan las comunidades afectadas, quienes luchan por preservar su territorio y su calidad de vida.
La situación de Santa Rosa de Phoquera es un recordatorio de la urgente necesidad de equilibrar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y los derechos humanos.
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