Putina Punco, Puno. Lo que en octubre de 2022 se presentaba como la gran oportunidad para transformar el turismo en la comunidad de Llacta Choquepiña, distrito de San José (provincia de Azángaro), se ha convertido hoy en una muestra clara de promesas abandonadas. El plan de mejora del balneario termal de Putina Punco, que contemplaba una inversión de 1 720 204,70 millones de soles y debía ejecutarse en un periodo de cuatro meses, se encuentra estancado: apenas alcanza un 30% de ejecución, y lo que debería atraer visitantes muestra estructuras corroídas por el óxido.
Proyecto con plazos y montos claros, pero sin resultados
El 19 de octubre de 2022, la municipalidad provincial de Azangaro adjudicó al Consorcio Choquepiña Raymundo la obra que debía estar lista en febrero de 2023. El plan incluía:
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- Piscinas termales separadas para adultos y niños.
- Ambientes administrativos y vestuarios.
- Áreas verdes y cercos perimétricos.
- Redes eléctricas y sanitarias completas.
Sin embargo, al vencerse el plazo original no hubo inauguración ni informe de cumplimiento, y el cronograma oficial quedó en el papel.
Denuncias de los dirigentes comunales
El ex dirigente Víctor Zapana asegura que la ejecución arrancó bajo la gestión de Flavio Mamani Hancco, pero desde entonces las máquinas de la obra están paralizadas. “No podemos usar ni el pozo termal; está tapado y olvidado”, denuncia, señalando que el municipio distrital no responde y que el alcalde provincial, Salvador Apaza Flores, sólo justificó demoras por “problemas técnicos” y falta de personal.
“Esto debía reactivar nuestra economía; hoy es un riesgo para los niños que entran a estructuras oxidadas”, agrega Zapana, visiblemente molesto.
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Reinicio trunco y presupuesto adicional
En agosto de 2023, durante las celebraciones por el aniversario de Azángaro, las autoridades anunciaron un reinicio bajo administración directa y un refuerzo presupuestal de más de un millón de soles. Pese al entusiasmo inicial, el balneario sigue igual: vallas semiderruidas, zanjas sin señalizar y vestigios de equipos abandonados.
Afectación al turismo y al desarrollo local
Las aguas termales de Putina Punco eran un atractivo natural que congregaba cientos de visitantes al mes, generando ingresos para familias dedicadas a la artesanía, gastronomía y hospedaje. Con el balneario en desuso:
- El flujo de turistas ha caído más del 70%, según estimaciones de guías locales.
- Pequeños negocios ‘como puestos de bebidas calientes y artesanías’ reportan pérdidas diarias.
- La imagen institucional de las gestiones municipales distrital y provincial se deteriora ante la población.
Comuneros advierten movilizaciones
Frente a la inacción de ambos municipios, Zapana convocó a asamblea en Llacta Choquepiña y San José para evaluar “medidas de fuerza”. El reclamo principal es la reanudación inmediata de la obra con:
- Un cronograma revisado y público.
- Supervisión ciudadana del avance.
- Sanciones a la empresa y funcionarios responsables de los retrasos.
“Si no vemos maquinaria en las próximas semanas, saldremos a protestar en la plaza de armas de Azángaro”, advirtió.
Mientras los vecinos aguardan un giro en la gestión municipal, el balneario termal de Putina Punco continúa a la espera de la inversión que prometieron hace casi tres años.
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