Mientras el gabinete y la Derecha defienden a toda costa la nueva nariz de Dina Boluarte y su ausencia durante más de una semana sin solicitar permiso, las declaraciones de Alberto Otárola han sacado roncha entre los ministros leales a la presidenta. En especial del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. Él terminó asegurando que las palabras de Otárola carecen de relevancia, especialmente si provienen de alguien “desleal”.
Sin titubear, Otárola respondió que “decir la verdad no es ser desleal”, pero sí lo es “acorralar y traicionar a buenos policías, implementar seguimientos ilegales por encargo. Y aferrarse al cargo pese al rotundo fracaso en la gestión”. Mientras Dina Ercilia finge que todo es normal e insiste que trabaja para desterrar la corrupción, hasta sus excolegas susurran sobre su nariz. ¿Cómo terminará el lío?