La situación de la infraestructura educativa en Puno es motivo de alarma. De los 4008 locales escolares existentes en la región, más de 2700 no cuentan con las condiciones mínimas necesarias para ofrecer un ambiente de aprendizaje seguro y adecuado, según reveló Edson de Amat Apaza, director de la Dirección Regional de Educación de Puno (DREP).
Esta preocupante realidad afecta directamente la calidad de la educación y el bienestar de miles de estudiantes, quienes se ven obligados a asistir a instalaciones que, en muchos casos, no cumplen con los estándares requeridos. La deficiente infraestructura no solo dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que también incrementa el riesgo para la salud y seguridad de la comunidad educativa.
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Para hacer frente a esta problemática, la DREP ha anunciado una medida paliativa: el traslado estratégico de módulos prefabricados a aquellas instituciones que más lo necesitan. Actualmente, la región dispone de 35 módulos, los cuales serán distribuidos en diferentes colegios como una solución temporal mientras se implementan proyectos de mejora a largo plazo.
«Somos conscientes de la difícil situación que enfrentan muchas de nuestras instituciones educativas», afirmó De Amat Apaza. «Estamos trabajando para brindar soluciones inmediatas y garantizar que cada estudiante cuente con un espacio digno para aprender». Esta acción representa un primer paso en el complejo proceso de modernización y adecuación de la infraestructura escolar en Puno, pero expertos coinciden en que se requieren inversiones sostenidas y políticas públicas robustas para revertir la crisis.
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Mientras tanto, la comunidad educativa y los padres de familia expresan su preocupación y llaman a las autoridades a acelerar los procesos de gestión y financiamiento de proyectos que transformen el panorama educativo de la región. El futuro de miles de estudiantes depende de una respuesta urgente que asegure no solo el acceso a la educación, sino también la calidad y seguridad en sus entornos de aprendizaje.
Este escenario plantea un reto significativo para las autoridades regionales y nacionales, quienes deben unir esfuerzos para transformar el sector educativo y garantizar que cada colegio en Puno pueda ofrecer condiciones óptimas para el desarrollo integral de sus alumnos.
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