La provincia de Huancané atraviesa una crisis sin precedentes tras la muerte de más de 500 alpacas debido a condiciones climáticas adversas, situación que golpea duramente a las comunidades locales, especialmente en el distrito de Cojata.
Detalle de la Pérdida en los Centros Poblados
La consejera provincial, Leyder Carina Puma Ojeda, informó que los impactos se concentran en tres centros poblados, con cifras alarmantes:
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- Huancasaya: 80 crías y 20 adultos
- Umabamba:275 crías y 50 adultos
- Chajana: 110 crías y 20 adultos
Estas pérdidas, además de representar un golpe al patrimonio ganadero de la región, afectan directamente la economía y la seguridad alimentaria de las comunidades.
Respuesta y Desafíos en la Asistencia
El Proyecto Especial Camélidos Sudamericanos (PECSA) ha iniciado la asistencia en Cojata, proporcionando medicamentos, abrigo y alimentos para mitigar los efectos de la crisis. Sin embargo, la magnitud del desastre ha sobrepasado los recursos disponibles, y la evaluación de daños aún está en curso, lo que retrasa la entrega de una ayuda integral. Puma enfatizó que es crucial gestionar el apoyo desde las municipalidades distritales hasta el Gobierno Regional, dado que los sectores agrícolas también han sufrido pérdidas significativas en cultivos como avena forrajera, papa y quinua.
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Impacto en los Medios de Subsistencia
Las inclemencias del clima han generado un doble golpe en la economía local. La mortandad de alpacas se suma al devastador impacto en la producción agrícola, dejando a muchas familias sin recursos y aumentando la vulnerabilidad alimentaria de la zona. Este panorama subraya la urgencia de una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades para evitar un deterioro mayor en la calidad de vida de los habitantes.
Llamado a una Respuesta Integral
Ante este escenario crítico, las autoridades y la comunidad exigen una acción inmediata y coordinada que permita no solo atender la emergencia actual, sino también fortalecer las medidas de prevención y asistencia ante futuros eventos climáticos extremos. La rápida intervención, el incremento de recursos y una planificación estratégica serán fundamentales para restaurar la estabilidad en Huancané y asegurar la subsistencia de sus comunidades.
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