En Ilave, Puno, la Defensoría del Pueblo ha intervenido para transformar la vida de nueve hermanos huérfanos, cuyas edades oscilan entre los 8 meses y los 17 años, quienes habían vivido en condiciones de extrema pobreza. Tras el fallecimiento de su madre y el encarcelamiento de su padre, los menores quedaban al cuidado de su abuela de 90 años y de un tío, y sufrían la falta de servicios básicos como agua potable, luz eléctrica y atención médica. Su único recurso era un panel solar que les proporcionaba escasa iluminación.
La acción gubernamental permitió que, por primera vez, los niños recibieran controles médicos y vacunas, además de iniciar tratamiento para la anemia. Asimismo, se facilitó su acceso a importantes programas sociales, como el Vaso de Leche y los Comedores Populares. Se regularizaron también sus documentos de identidad y se aseguró su matrícula escolar, contribuyendo de manera significativa a su protección y desarrollo.
– Publicidad –
Actualmente, las autoridades se enfocan en preservar la unidad familiar, evitando la separación de los menores mediante el ingreso a albergues. Mientras que el bebé de 8 meses ya cuenta con protección legal, la Defensoría del Pueblo trabaja en gestionar medidas similares para sus hermanos, con el objetivo de que permanezcan al cuidado de su tío. El Poder Judicial evalúa la emisión de una resolución definitiva sobre su situación, mientras que la Defensoría se compromete a dar seguimiento permanente para garantizar su acceso continuo a servicios básicos y protección integral.
Este caso destaca la importancia de la intervención oportuna y coordinada entre instituciones para asegurar que los más vulnerables reciban la asistencia necesaria, promoviendo la protección de los derechos de la niñez en situaciones de abandono y vulnerabilidad.
– Publicidad –