El distrito de Cayma, conocido por su rica historia y tradiciones, vive estos días la Fiesta de las Almas Benditas. Una celebración costumbrista con más de tres siglos de historia. Este evento único, que combina elementos religiosos y culturales, es un homenaje a las almas benditas y forma parte del valioso patrimonio inmaterial de Arequipa.
La festividad inició el 2 de diciembre con el escarbo de huesos, un acto simbólico donde se desentierran los restos de un alma representativa. Estos son colocados en un ataúd para ser velados y acompañados en procesión. Este rito, cargado de solemnidad, representa la primera etapa de la ceremonia tradicional que se realiza cuando fallece una persona en las comunidades de la región.
El 3 de diciembre, las actividades continuaron con la misa de fiesta, un acto religioso que refuerza el carácter espiritual del evento. Posteriormente, los restos simbólicos se llevan en procesión para enterrarlos en una ceremonia que recrea la cristiana sepultura. Este gesto simboliza el descanso eterno de las almas homenajeadas.
El cierre de la festividad, programado para el 4 de diciembre, está marcado por el Descaique. Un rito de purificación profundamente arraigado en las tradiciones de Cayma. Este acto, que proviene de una expresión quechua y aymara, simboliza el acto de “quitarse el mal de muerto”. Durante el Descaique, los participantes se limpian de las influencias malignas asociadas con el fallecimiento, renovando su energía espiritual y preparándose para seguir adelante.
Un legado cultural para el distrito de Cayma
La Municipalidad de Cayma, encargada de organizar la festividad, destaca la importancia de mantener viva esta tradición.
Con entrada libre, el evento tiene lugar en el Cementerio Tradicional de Cayma y convoca a visitantes locales y extranjeros interesados en conocer más sobre la riqueza cultural de Arequipa. Esta celebración no solo honra a las almas benditas, sino que también refuerza el sentido de pertenencia y unidad de la comunidad caymeña.