¡Al fin se moja! Después de tanta crítica por su falta de presencia, el gobernador Richard Hancco finalmente se metió al barro y pisó el agua, tal como lo hicieron otros gobernadores en su momento, cuando las lluvias y las inundaciones azotaron la región. ¿Es este el inicio de un cambio, o será solo un gesto momentáneo?
El gobernador, que hasta ahora se había mostrado bastante distante de la emergencia, se trasladó el 6 de marzo a la zona de Carucaya, en el distrito de Platería, para verificar en persona los daños causados por el desborde del río Malcomayo. Allí, vio con sus propios ojos cómo las lluvias intensas destruyeron dos colegios y un centro de salud, poniendo en riesgo el inicio de las clases y el acceso a atención médica.
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En vez de quedarse sentado esperando, Hancco caminó por el barro y el agua, observó los daños y explicó que la mejor forma de ayudar era estar en el lugar, viviendo el problema junto a la gente. «Me metí en el barro para ver lo que está pasando con las familias afectadas. Solo así puedo tomar decisiones y hacer llegar la ayuda rápidamente,» dijo el gobernador, quien además anunció que se empezará a trabajar en la rehabilitación de las infraestructuras afectadas y en la mejora de los servicios de salud en la zona.
El gobernador no solo visitó la zona, sino que también llevó ayuda humanitaria: ropa de abrigo, alimentos no perecibles y kits de herramientas para ayudar en los trabajos comunitarios. ¡Al menos ya se está viendo acción, aunque con algo de retraso!
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Sin embargo, no todos están contentos con su llegada. Muchos recuerdan que en otras emergencias pasadas el gobernador nunca estuvo presente. En el distrito de Chucuito, y provincia de Sandia, dos de los lugares más golpeados por las lluvias, el gobernador nunca estuvo presente. Fue su equipo de trabajo, incluyendo a la vicegobernadora Margot De La Riva, quien lideró las labores de ayuda mientras Hancco mantenía un perfil bajo. En esas ocasiones, la gente se preguntaba: «¿Dónde está el gobernador?».
Otros gobernadores, como Walter Aduviri, Mauricio Rodríguez o Juan Luque Mamani, no dudaron en estar en el terreno desde el primer momento, cuando las emergencias llegaron a la región. Estos exgobernadores fueron muy criticados por sus opositores, pero la gente los vio al frente de la emergencia, en el barro, gestionando la ayuda y estando cerca de la gente.
Por ahora, parece que Hancco está empezando a dar la cara, pero muchos todavía esperan que este cambio no sea solo una excepción. «No es el primer ni el último año de lluvias intensas,» dicen muchos, y es que ya es hora de que los proyectos de defensa ribereña y prevención de desastres, que tanto se necesitan en la región, avancen de verdad.
La pregunta que se hacen los puneños es: ¿será este el inicio de un liderazgo más cercano a la gente, o solo fue un acto de presencia momentáneo? Por lo pronto, lo único claro es que al menos el gobernador Richard Hancco ya se moja. Ahora, los pueblos de la región esperan que ese compromiso no se quede solo en palabras.
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