Huaico sepultó a minivan en carretera Oxapampa-Pozuzo

Autoridades regionales no hacen nada ante estos desastres, gobernador regional prefiere bailar en los carnavales antes de atender la emergencia en la provincia de Oxapampa

En esta época del año siempre las inclemencias del tiempo castigan a la región Pasco, en el presente año la zona más castigada y desde ya existe una emergencia es la provincia de Oxapampa que está siendo maltratada por los desastres naturales como es la lluvia, deslizamientos, derrumbes, huaicos, entre otros desastres más, las autoridades ediles de la provincia y sus distritos se sienten impotentes ante esta desgracia que la población de la provincia oxapampina pide a gritos ayuda y apoyo de sus autoridades regionales y nacionales.
Sin embargo, las autoridades regionales de Pasco, Defensa Civil, no hacen nada para acudir al llamado de ayuda, ante estos desastres, insólitamente con preocupación se ve que el actual gobernador regional de Pasco, prefiere bailar en los carnavales y mostrarse en fotos y videos antes de atender la emergencia en la provincia de Oxapampa, ahora es cuando debería estar en el lugar de los desastres, con ayuda, tal como prometió en su campaña.
Igual seria la vicegobernadora regional de Pasco, que lejos de mostrarse en eventos sin importancia prefiere figurar para la foto en cualquier mínima acción regional, cuando debería delegar a funcionarios y acudir con ayuda en estos desastres que sufre la provincia de Oxapampa.
La desgracia ya se inició, ayer se originó un huaico de gran magnitud, con deslizamientos y desaparición de plataformas de vías de comunicación en la zona del sector de Monopata en la ruta de Oxapampa hacia el distrito de Pozuzo.
El huaico de ayer domingo por la mañana no solo desapareció a la carretera, sino que también sepultó un vehículo minivan de transporte de pasajeros, que se llevaron un gran susto y se salvaron de milagro.
¿Si hubiera ocurrido una desgracia, a quién se culparía? Mientras las autoridades bailan sus carnavales, Oxapampa sufre su desgracia y a punto de vivir desgracias y lamentos abandonados por sus propias autoridades.