Falleció exalcaldesa de la provincia Leoncio Prado, Loizeth Reátegui Carbajal

Falleció exalcaldesa de la provincia Leoncio Prado, Loizeth Reátegui Carbajal
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Tingo María.- La conocían como la dama de los cabellos blancos. Fue la primera y única mujer que ocupó la alcaldía de la ciudad de Tingo María y provincia de Leoncio Prado entre los años 1993-1995. Trabajó más de 40 años en la municipalidad. Dejó su juventud y exuberante belleza en la casa edil. Muchos alcaldes al asumir la función municipal acudían a ella con la finalidad de obtener una amplia información del manejo municipal. Gracias a su carisma y espíritu solidario se ganó la simpatía de sus colegas de trabajo, quienes la apoyaron para que ejerciera la primera magistratura en la municipalidad, su centro de trabajo. La ilustre desaparecida era natural de la provincia de Lamas, región San Martín, descendió de una familia numerosa, llegó bastante joven a la ciudad de Tingo María y toda su vida trabajó en la comuna local. Tuvo un solo hijo, Jorge Arévalo Reátegui quien la acompañó hasta los últimos momentos en vida, en el hospital de EsSalud de la ciudad de Tingo María.
A Loizeth Reátegui se le recordará por la remodelación de la plaza de armas, construcción del arco que se encuentra en el centro de la plaza mayor. Igualmente, la construcción del mercado de abastos, primera etapa, pavimentación de la avenida Ucayali, en toda su extensión. En su gobierno, obtuvieron los miembros del Sindicato de Trabajadores Municipales, Sitramun, la donación de un terreno para la edificación de su local sindical que se encuentra ubicado en la Av. Enrique Pimental. Solía contar a sus amigos que el día de su juramentación, como alcaldesa, debido al nerviosismo de ejercer el mando de la ciudad, luego de haber sido servidora, se olvidó ponerse su prenda de vestir interior. También ejerció una regiduría en el gobierno de Ramiro Alvarado Celis. Fue una gran admiradora del ex presidente de la República, Alberto Fujimori. En su sala poseía un inmenso cuadro con el retrato del mandatario. Se libró de una muerte segura en un accidente aéreo donde no se salvó nadie. Llegó tarde al aeropuerto y fue impedida de ingresar al terminal por el personal de seguridad.
En los últimos años se aisló de la sociedad. Vivía en compañía de su hijo, Jorge, en su domicilio del Jr. Callao. La última entrevista que concedió fue a la reiterada insistencia del historiador Eliseo Talacha Crespo. En el diálogo le narró parte de la historia de Tingo María y la provincia que lleva el nombre del héroe de Huamachuco. Era muy amiga de otro excelente trabajador municipal, Jorge Namuche Adriazén, Pascual Guzmán Alfaro, Zacarías, Rosita Salas y otros que, si existe vida en el infinito deben estar recibiéndola con los brazos abiertos a Loizeth como solían hacerlo en las reuniones municipales de antaño.