Lo que alguna vez fue una vía fundamental para la conectividad del sur del distrito de Cojata hoy parece un camino abandonado por el Estado. Los pobladores de esta zona alzan la voz con fuerza, exigiendo a Provías Descentralizado la intervención urgente de la carretera que une Cojata con los centros poblados de Huancasaya, Umabamba, Kantati Ururi, Tarucani y otras comunidades aledañas.
La vía está completamente deteriorada: baches profundos, lodo acumulado y tramos erosionados por las lluvias han convertido los desplazamientos diarios en un verdadero calvario.
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Provías Descentralizado es una unidad ejecutora del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), encargada de la preparación, gestión, administración y ejecución de proyectos y programas de infraestructura de transporte a nivel rural y departamental. A pesar de contar con un presupuesto aprobado para su mantenimiento, los trabajos no se han iniciado, lo que ha generado frustración e indignación entre los más de dos mil pobladores que dependen de esta carretera.
«Ya no se puede transitar. Los huecos son tan grandes que parece que estuviéramos cruzando un campo minado. Las motos se resbalan, los autos se malogran, y los peatones caminamos con miedo de caer o torcernos un pie», expresó un dirigente de Kantati Ururi.
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El viaje que antes tomaban minutos ahora requieren horas. Recorrer los 22 kilómetros hacia Huancasaya o los 39 kilómetros hasta Tarucani es un desafío diario. Las condiciones de la carretera han afectado gravemente el transporte de productos agrícolas, el acceso a centros de salud y la movilidad de escolares y adultos mayores.
Los comuneros no entienden por qué, si el presupuesto ya ha sido asignado, Provías Descentralizado aún no actúa. «Queremos una carretera transitable. Que al menos se parche lo más urgente. Vivimos prácticamente aislados», reclamó un dirigente comunal de Umabamba.
Además del deterioro de la carretera, los pobladores se enfrentan al silencio institucional. Afirman que han enviado cartas, reuniones solicitadas y presentados memoriales, sin obtener respuesta clara. La desatención no solo los aísla básicamente, también los excluye del desarrollo y la seguridad que debería garantizar el Estado.
«Esta no es una demanda política, es una necesidad básica. Si la vía se sigue dañando, quedaremos incomunicados. Exigimos que Provías Descentralizado actúe ya», insistieron en un pronunciamiento conjunto de varias comunidades durante una reunión de emergencia.
En caso de no recibir una pronta respuesta, los dirigentes anunciaron que no descartan iniciar movilizaciones o medidas de protesta pacífica en los próximos días.
Por Leónidas Bravo
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