Ayer, Dina Boluarte aseguraba que no había presupuesto para pagar a televisoras para que hablen bien de ella. Y meses atrás, desvirtuó todas las encuestas que reflejan el rechazo masivo a su gobierno e incluso desafió a que le pongan 0% de aprobación, en otro de sus intentos de chiste forzado. Pero curiosamente también ha ocurrido con las encuestas internacionales. Según CID Gallup, la mandataria ocupa el último lugar en desempeño presidencial en Latinoamérica. El estudio, realizado en 11 países, pone en primer lugar a Nayib Bukele con un 83% de aprobación.
Incluso el presidente de Bolivia, Luis Arce, supera a Dina con un 10%. En menos de seis meses, esta es la segunda vez que Boluarte recibe una calificación desastrosa a nivel internacional. A finales de 2024, CB Consultora ya la había señalado como la peor presidenta de Sudamérica. Pero ahí sigue Dina, convencida de sus “grandes logros” mientras se atribuye obras que no gestó, pero sí inaugura con orgullo.
Sale a la luz acta en la que López Aliaga respalda conceder peajes de Lima a OAS en 2009: José Luna Gálvez califica de “mitómano” al alcalde capitalino
Mientras Martín Vizcarra y López Chau buscan el voto del sur andino, en Lima arrancó el valetodo por el voto capitalino. Es bien conocido el respaldo limeño a los candidatos de derecha, y con Rafael López Aliaga como abanderado de esa ideología era cuestión de tiempo que comiencen a saltarle al cuello para pelearle la posición. Desde Podemos Perú, José Luna Gálvez comenzó con las hostilidades en contra del burgomaestre porcino sacándole en cara su voto a favor de entregar los peajes de Lima a OAS en 2009.
Pero no solo como un simple adherente, sino como promotor de los contratos, lo que constaría en un acta de la comuna limeña donde Porky respaldaba a la compañía brasileña. El documento al que se refiere Luna recoge bastantes intervenciones de López Aliaga, entonces regidor, deshaciéndose en sobonerías hacia OAS. Es más, el tío Telesup llamó a Porky “mitómano”. Comenzamos fuerte.
Harvey Colchado respondió a las declaraciones de ministro del Interior sobre su cargo policial
El ministro del Interior, Juan Santiváñez, ha decidido redefinir la jerarquía policial con una lógica brillante: si un coronel se retira, se convierte automáticamente en un simple civil, como si los años de servicio y las condecoraciones se esfumaran en el aire. Así lo dejó claro al referirse a Harvey Colchado, el exjefe de la Diviac, quien no tardó en responderle con la sutileza de un puñal bien afilado. “¿Te atreverías a llamar civil a tu propio padre, que también es policía en retiro?”, le espetó Colchado, evidenciando la incoherencia del ministro. Pero la ironía no termina ahí.
Santiváñez, con su amplio historial como defensor de investigados por corrupción y crimen organizado, se rige ahora como la autoridad moral en temas policiales. Y mientras intenta desacreditar a Colchado, la gestión de Dina Boluarte sigue acumulando escándalos y “leguleyadas” para deshacerse de quienes incomodan. En este ajedrez político, parece que la lealtad a la institución pesa menos que la conveniencia del momento.