El Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Puno enfrenta serias críticas debido a importantes irregularidades en el control y registro de asistencia de su personal, según un informe emitido el 13 de diciembre de 2024 por el Órgano de Control Institucional (OCI) del Gobierno Regional de Puno. Estas deficiencias no solo comprometen la calidad del servicio de salud, sino que también podrían generar un mal uso de los recursos públicos.
Deficiencias que afectan la atención médica
El informe detalla que el hospital carece de un sistema eficiente para supervisar las horas trabajadas y las ausencias de su personal. Esta falencia impacta directamente en la continuidad y calidad de la atención médica brindada a los pacientes, quienes podrían enfrentar retrasos o interrupciones en servicios esenciales.
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Además, la falta de control podría resultar en pagos indebidos por horas no trabajadas, lo que representa un uso inadecuado de los fondos públicos. Estos recursos deberían estar destinados exclusivamente a fortalecer los servicios de salud y atender las necesidades de la población puneña.
Acciones pendientes ante un problema crítico
A pesar de la gravedad de las observaciones, el informe señala que las autoridades del hospital aún no han comunicado las medidas correctivas que implementarán para solucionar el problema. Ante esta situación, el OCI ha recomendado tomar acciones inmediatas y presentar un plan de corrección en un plazo de cinco días hábiles.
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Repercusiones sociales y económicas
El impacto de estas irregularidades no se limita al ámbito interno del hospital. La confianza de la población en el sistema de salud regional se ve afectada, especialmente en una institución que debería garantizar servicios de calidad. Asimismo, los pagos indebidos representan una pérdida significativa para un sector que requiere mayores inversiones para atender las crecientes demandas de la ciudadanía.
Seguimiento del órgano de control
El OCI del Gobierno Regional de Puno ha anunciado que realizará un seguimiento exhaustivo para asegurar que el hospital implemente las recomendaciones emitidas. La ciudadanía espera que estas acciones no solo corrijan las fallas actuales, sino que también eviten futuros inconvenientes que puedan poner en riesgo la salud de los pacientes.
Con esta situación bajo escrutinio público, queda en manos de las autoridades del hospital garantizar la transparencia en la gestión de recursos y priorizar el bienestar de los habitantes de Puno. La atención oportuna y adecuada no debe ser un privilegio, sino un derecho que las instituciones de salud deben asegurar a toda la población.
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